Cuando llegué a París, después de terminar la universidad, el flamenco estaba de moda en la ciudad. Al menos el baile, que se enseñaba en numerosas escuelas. Existía incluso una tienda, en el barrio de Le Marais, donde era posible comprar los zapatos, trajes, mantoncillos y abanicos que se exhibían en el escaparate. No muy lejos, el cine-restaurante Le latina organizaba todos los lunes una soirée sevillanas que atraía a un abundante público dispuesto a bailar a ritmo de tres por cuatro. Como en la más banal de las historias de emigración, en mis primeros años en París, acercarme al flamenco me procuraba la sensación de estar cerca de Sevilla, aunque solo fuera parándome frente a aquel escaparate de la rue Rambuteau. Creía ser el primer, y el único, emigrante andaluz en la ciudad, por eso sentía una mezcla de sorpresa y perplejidad cuando descubría huellas que demostraban que otros, muchos, habían pasado antes que yo. De hecho, aprendí en breve, París y Andalucía nunca habían estado demasiado lejos. En Le Latina conocí a un curtido bailaor de Sevilla (he olvidado su nombre) que llevaba más de media vida dando clases en París, sin dejar de viajar a Andalucía con cierta regularidad. Para trabajar, París; para vivir, Sevilla, me dijo una noche. Por aquel entonces, un atípico lugar en el distrito 20 de la ciudad ya llevaba largo tiempo cultivando el flamenco con rigor y devoción. Flamenco en France tiene su origen nada menos que en 1979, cuando un grupo de aficionados franceses y españoles, entre los que se encontraban Frédéric Deval y Francisco de la Rosa, así como el fotógrafo René Robert, tuvieron la descabellada idea de crear una asociación flamenca en la capital de Francia.
Read Morediario de un sevillano en París: Verano en Sevilla
Mi eterna disyuntiva entre volver a mi ciudad de origen o quedarme en París se va a resolver gracias al cambio climático. Creo que este es el primer año que vengo a Sevilla en verano a regañadientes. Nada más bajarme del tren en Santa Justa, una bofetada de calor me hace preguntarme: ¿qué hago yo aquí en esta época del año? ¿Qué necesidad tengo? Cada vez se perfila con mayor nitidez la imposibilidad de pasar los meses del verano, y los adyacentes, y los de más allá, en esta ciudad. No siempre fue así, claro. Ante el estupor de la gente, siempre defendí que el verano en Sevilla puede ser un momento de disfrute, o de cierto goce.
Read MoreLibreros de Sevilla: Reguera
Julio Reguera tiene la mirada clara y la voz fresca de un hombre de 69 años. Habla con un acento bien sevillano, cristalino, una delicia. Mira a los ojos no para convencer, sino para hacerse comprender, para mantener el hilo que nos unirá durante nuestra conversación. «En Sevilla la pregunta es: Usted de qué es más: ¿de bares o de cofradías?», me dirá al momento. La librería Reguera ocupa desde 1977 un espacio entre esas dos devociones, entre El Tremendo y la iglesia de Santa Catalina. Esta mañana, después de varios WhatsApps intercambiados durante meses, tengo por fin cita con Julio. Antes de entrar, observo mi reflejo en el cristal de los escaparates, que vibran con el trasiego de autobuses y de gente. Dos dan a la calle Almirante Apodaca, uno a San Felipe. En ellos conviven el Boletín de las Cofradías de Sevilla con la novela negra y la literatura existencialista. El toldo está desplegado frente al calor de finales agosto. La ciudad se mueve a medio gas, los bares y comercios siguen cerrados por vacaciones pero Julio Reguera está detrás del mostrador aconsejando y despachando libros. Cuando entro un chico de pelo azul está comprando Lolita y los Diarios de Alejandra Pizarnik. «Yo me he pasado innumerables domingos aquí, ocupándome de la contabilidad, de las devoluciones. Cuando me voy de vacaciones, siempre tengo el móvil operativo. La capacidad de sacrificio es esencial cuando se es librero».
Read MoreAlmacenes Pérez Cuadrado
« Tengo que pasar por José Gestoso para comprarme calzoncillos. » Muchos somos los que hemos dicho esta frase más de una vez. Y más de dos y de tres. Desde los años 60, los almacenes Pérez Cuadrado surten a Sevilla de ropa interior. Varias generaciones de sevillanos han atravesado su puerta, repitiendo un hábito que a menudo pasa de padres, o más bien de madres, a hijos.
Read MoreThe Exvotos
El otro día le puse a mi novio francés la película Ocaña, retrato intermitente. Él nunca ha visitado Andalucía y siempre he pensado que el artista de Cantillana es uno de los mejores médiums para entrar en contacto con la cultura popular y el espíritu andaluces. En un momento de la película, Ocaña dice que Andalucía es « un gran cuadro surrealista. » En abril de 2020, durante esa Feria que no pudo ser, Daniel y Luciano, The Exvotos, crearon una pieza de cerámica que representaba a una payasa vestida de gitana. Esta pareja de artistas fundía con maestría y espontaneidad dos aspectos esenciales de la fiesta: la reivindicación del folklore y el gusto por la teatralidad. « La vida sin humor no va a ninguna parte. Nosotros lo cultivamos sin forzarlo, de forma natural. Además, podemos ser muy irónicos. Nuestro humor es surrealista. » Ellos en su casa del centro de Sevilla y yo en mi apartamento en París, Daniel, Luciano y yo invocamos al espíritu de Ocaña. « La vida misma es un gran contraste y Andalucía tiene mucho de eso: la sangre y el oro, la lágrima y la corona », afirma Luciano.
Read Morediario de un sevillano en París: Almodóvar et moi
Al volver a París tras pasar unos días entre Sevilla y Estepa, mi novio me tiene preparadas (regalo de Navidad) dos entradas para el Crazy Horse, el mítico cabaret parisino al que llevaba tiempo queriendo asistir. Abierta en 1951, la maison cultiva desde entonces un… Leer más
diario de un sevillano en París: ITS
Mi primer apartamento en París fue un pequeño estudio en la isla de Saint-Louis, en pleno corazón de la ciudad. Recién llegado de Sevilla, me encontré viviendo en ese rincón idílico y a la vez postizo que abraza el Sena, un París de postal habitado… Leer más
diario de un sevillano en París: Fashion Week
Hace poco tuvo lugar la Fashion Week de París. Idiotas de todo el planeta se reúnen para asistir a los desfiles o para hacer cola en la puerta de la última boutique à la mode. Un circo de atuendos y actitudes sin los que el… Leer más
Otoño en Sevilla (III)
Una vez solo, me tumbé en la cama para descansar del largo viaje hasta Sevilla. Aunque mi habitación daba a la calle a través de un hermoso cierre de hierro, tan propios de la ciudad, me percaté de que ningún sonido provenía de fuera, como… Leer más
Otoño en Sevilla (II)
Iba en un taxi y Sevilla pasaba ante mis ojos, tras el cristal de la ventanilla, como un invitado que no se espera y del que poco se sabe -y, todavía más importante, que nada sabe de ti. El vehículo atravesaba barrios de edificios bajos… Leer más
Otoño en Sevilla (I)
Decidí viajar a Sevilla por pura casualidad. Aquel año, 1993, el cielo de París se había cubierto de gris desde principios de octubre, como un reflejo de mi relación con Pierre. ¿Adónde podía huir? ¿Dónde encontrar algo de luz? Claire me había invitado a su… Leer más
diario de un sevillano en París: La ruptura
Siempre había escuchado historias de parejas que se separan en París, y que se ven obligadas a vivir durante unos meses como compañeros de piso en el apartamento en el que hasta entonces han vivido como novios. Esas historias se cuentan durante una cena entre… Leer más
Un cuento para Semana Santa
Conoció a Fernando Sajones estudiando filología francesa en la Universidad de Sevilla. El menor de los tres hijos de aquella conocida familia había acabado allí tras probar varias carreras, empujado a medias por una madre que fantaseaba con el prestigio de tener un hijo que… Leer más
diario de un sevillano en París: En la sauna
Hace poco, el azar quiso que visitara en una misma semana una sauna en Sevilla y otra en Lyon. Conozco bien la ciudad francesa por haber vivido en ella como estudiante Erasmus durante un año y por haberla visitado con frecuencia desde entonces. Curiosamente, en… Leer más