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La Colorería

Pepe y Paco. Paco y Pepe. Esta pareja de artistas hace magia con el color desde 1993. «¿Qué se puede hacer con las manos llenas de pintura y que dé de comer?», se preguntaron entonces. Aficionados a la pintura desde pequeños, tras haber trabajado en la restauración del Monasterio de la Cartuja, decidieron emplear su talento y su pasión común para crear un arte útil y cotidiano. Comenzaron pintando muebles, metamorfoseándolos gracias a la alquimia del color. El techo de la iglesia de los Negritos fue su primer encargo importante. Desde entonces, restaurantes boutiques y apartamentos de Sevilla, Madrid y París han cambiado de piel bajo los pinceles de La Colorería, cuya pintura decorativa insufla nueva vida a espacios antes apagados. Como artistas del Renacimiento, Pepe y Paco despliegan sobre las paredes paisajes exóticos o elementos en trampantojo de una exuberancia mesurada. Aves, flores, fieras ocultas tras la vegetación, arquitecturas indefinidas… La sofisticación y la naturalidad conviven en equilibrio en sus creaciones. «Tendemos al menos y terminamos en el más.»

Divertidos y acogedores como pocos, su taller-tienda en una callecita del centro de Sevilla es un lugar único. Tras uno de los escaparates más bonitos de la ciudad, dispuesto como un apartamento Art-déco, el minimalismo barroco marca de la casa impregna el espacio. Las superficies de madera o metal se cubren de motivos geométricos iluminados por el pan de oro. Los colores, como no podría ser de otra manera, vibran en tonos y en combinaciones inesperadas. Non plus ultra de la sofisticación, la Colorería es especialista es imitar el mármol y otras piedras nobles sobre mesas, buffets y lámparas. En una visita cualquiera, uno se los encuentra enfrascados en tratar de reproducir una piel de escamas para una cabecera de cama o en trazar una a una las líneas sinuosas de la malaquita azul. Reina un clima de concentración relajada. «Esto es un trabajo de monjas. Son muchas horas; es una actividad que solo compensa si es vocacional.» Cuando me enseñan sus trabajos de hace años, me doy cuenta de la evolución de su estilo, hoy más depurado y seguro. ¿Más artístico también? «El arte es todo lo que te conmueve. O como dijo alguien: Arte es todo aquello que el hombre llama arte,» dice Paco. Ambos son conscientes de que estos oficios se pierden, de que cada vez menos gente quiere dedicarse a ellos. En un acto de valentía, la pareja ha decidido no trabajar demasiado para el mundo cofrade, exceptuando algunos encargos puntuales. Una apuesta arriesgada en Sevilla. «Las profesiones relacionadas con las artes decorativas deberían estar mejor reglamentadas.» Más valoradas también. Al fin y al cabo, ¿no es algo mágico cambiar un espacio a través del color?

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