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La Cinémathèque de Tánger

Su presencia atrae al transeúnte como un imán. La fachada Art Deco de la Cinémathèque, antiguo cine de Rex y luego Rif, domina la Place du Grand Socco. En su pequeña terraza se da cita una clientela heterogénea: jóvenes modernos, viejos tangerinos vestidos con chilaba, grupos de estudiantes a la salida de clase… Los gatos pasean despreocupadamente entre los pies de los clientes. Esta terraza es quizás el mejor balcón a la ciudad, abierto a la actividad incesante de esta cruce milenario que es el Gran Zoco, entre la antigua medina y la ciudad moderna.

Inaugurado en 1938, el cine Rex fue testigo privilegiado del Tánger internacional. Su programación, que incluía películas españolas, francesas y americanas, atraía a un público igualmente cosmopolita. Abandonado durante años, fue sido cuidadosamente restaurado para albergar la Cinémathèque, asociación cuyo objetivo es poner en valor el patrimonio cinematográfico marroquí. A lo largo de todo el año, una selección de cine de autor, documentales y películas del mundo árabe se proyecta en una magnífica sala donde es posible comprarse su propio asiento a perpetuidad. Yves Saint-Laurent tiene el suyo.

Pero la Cinémathèque es también un lugar de diálogo, de creación, de intercambio. Un sitio rápidamente adoptado por los tangerinos como si fuera una estancia más de su propia casa. Un espacio abierto de par en par a la ciudad, donde uno se siente inmediatamente como en casa, ya se sea visitante o vecino de la ciudad. La gente pasa a tomar un té con menta, a saludar, a trabajar con su ordenador, a escribir o simplemente a mirar a la otra gente pasar. Y siempre esa mezcla de personas, edades y nacionalidades. La decoración, deliciosamente anticuada, combina muebles de los años 50 con fotos antiguas de estrellas de cine. Al fondo de la cafetería, los baños están cubiertos con recortes de revistas antiguas. Una pequeña tienda detrás de las cajas vende carteles, camisetas y bolsas de tela, a cada cual más bonito.

Un lugar indispensable, heredero del viejo Tánger cosmopolita y a la vez abierto al futuro.

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